Estamos en 1927 e Íñigo regresa a casa de su paso por la guerra del Rif, y al volver se encuentra que su gran amor de entonces doña Carla, ha decidido extender sus amoríos hasta casarse con don Jaime. Desplante este que le sentará muy mal al propio Íñigo, que a su vez le tendrá que explicar a Matilde, la tercera en discordia, que relación mantiene en la actualidad con la esposa del dueño de la galería donde ella trabaja. Por lo demás, cada uno irá haciendo sus vidas más y más laberínticas: Marta seguirá robando para su tío, Balbín mantiene la esperanza de convencer a don Jaime para que se pase al negocio hotelero, y Pablo persiste en que Raimundo y Emilio le acepten como uno más. Mientras, el misterio por saber a quien atropelló don Jaime parece que está cerca de resolverse.