Nos dirigimos a Omeo, en las tierras altas de Victoria. El paisaje es salvaje y rugoso, como alguno de sus habitantes. Cuando se descubrió oro aquí, en 1851, los mineros acudieron y los yacimientos de oro de Omeo pronto se convirtieron en los más irregulares de Australia. Actualmente es un lugar más tranquilo, pero sigue teniendo su porción de bullicio. Omeo está aislada y los incendios forestales son una parte muy real de su historia pues los incendios de 2020 se acercaron peligrosamente. Se necesita pasión para cultivar estas llanuras y gente en la que confiar. Los ganaderos y jinetes de esta tierra siempre han sido leyendas, pero son igual de importantes las mujeres de la zona, que se apoyan en tiempos difíciles.