Cada año, la Agencia Tributaria investiga la venta fraudulenta de décimos premiados. El delito consiste en vender el premio por una cantidad mayor a personas que necesitan blanquear dinero. Este negocio puede castigarse con cárcel si el sobreprecio es superior a 120.000 euros. Un equipo de reporteros ha seguido el rastro de algunos premios y ha conseguido hablar con una persona que vendió un décimo.