Sólo en Canarias y Andalucía están permitidas las tientas para, según dicen, mejorar la raza del combatiente español, un gallo que se exporta a Latinoamérica. En ese tipo de lucha no hay apuestas y se intenta que los animales no sufran. Algo que no ocurre en las peleas ilegales. Un equipo de Reporteros ha entrado en un reñidero clandestino.