Victoria, coronada reina poco después de cumplir 18 años, presidió un período extraordinario de la historia británica que vio una enorme expansión industrial, social y territorial. También logró cambiar la percepción pública de la familia real de una que la veía como derrochadora y anacrónica a una parte valiosa de la sociedad británica. Comenzó la moda de convertirse en patrocinadora de docenas de organizaciones benéficas y apoyar las artes y, al hacerlo, se convirtió en una figura pública célebre que influyó en la cultura popular. En su largo reinado, Victoria presidió un período de la historia que vio una enorme expansión industrial, social y territorial. Ella reavivó el amor público por la monarquía, estando entre su público, apoyando organizaciones benéficas y las artes, abrió el camino para la realeza moderna.