Ubicado en la en la orilla norte del Humber, a 5 millas del puerto de Hull, el establo se construyó a principios del siglo XX para servir a Thorncliffe, una sorprendente villa de construcción victoriana. En aquella época, el caballo era el rey y el principal medio de transporte en Gran Bretaña. Pero en los años 20, el coche lo cambió todo. Los caballos se volvieron cada vez más raros en nuestras carreteras y los establos que los albergaban fueron olvidados y cayeron en el abandono.