Hoy estoy en Greater Manchester, visitando un edificio que revela una historia fascinante del pasado de la ciudad. A finales del siglo XIX, Manchester era una potencia industrial. A solo 10 millas al sur de la metrópoli del norte se encontraba Three Ways Farm, un sitio de 30 acres que desempeñó su papel en esta revolución agrícola. Pero, cuando aparecieron los supermercados en la década de 1970, subcotizando los precios, una caída en las ganancias significó que en 2012 la granja ya no era un negocio viable.