¡Con qué facilidad vuelan insectos y aves! ¿Cómo consiguen mantenerse en el aire? Los humanos hemos intentado emularlos, pero solo lo hemos conseguido con la ayuda de sofisticados y pesados artilugios. Volar requiere un alto coste energético y unas adaptaciones fisiológicas y anatómicas específicas, como el esqueleto neumatizado de las aves, con aire en su interior para que pese menos. ¿Qué otras adaptaciones han desarrollado los animales que vuelan? El corazón de un colibrí, por ejemplo, puede latir más de 1.200 veces por minuto para proporcionar oxígeno suficiente a sus músculos. Sabemos que también vuelan algunos mamíferos, como los murciélagos, algunos anfibios e incluso algunos peces, como los peces voladores, cuyo cuerpo tiene forma de torpedo. Pero… ¿todas las especies voladoras tienen alas? ¿Podríamos ver en el cielo a una serpiente? En este capítulo de ¡Qué Animal! entenderemos qué significa volar.