Evelyn Segura, bióloga, viaja hasta Cantabria para descubrirnos las distintas estrategias de los animales en el cuidado de su descendencia. Hay especies que paren pocas crías, como los elefantes, y dedican mucha energía a cuidar de ellas para asegurar que sobrevivan y perpetúen sus genes. En cambio, otros animales, como las tortugas marinas, tienen una descendencia muy numerosa, pero dejan a las crías a su suerte, asumen que algunas morirán. Incluso existen especies que llegan a matar a su prole. ¿Por qué motivo? En la naturaleza también encontramos diferencias entre machos y hembras en su implicación en la crianza. Por ejemplo, en el caso de los gorilas, son las hembras las que se ocupan más del cuidado de los hijos. Entre las aves, en cambio, la situación es distinta. El esfuerzo de los machos en la crianza suele ser mucho mayor que en los mamíferos. Diego Gil, biólogo investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales y del CSIC, nos explica que procrear también genera conflictos