Javier Solana recibe a ‘Plano General’ en la sala del siglo XIX de la pinacoteca, y muestra su admiración por Goya y los fusilamientos del 2 de mayo. Solana confiesa ser daltónico, aspira a que le dejen morir cuando él lo pida y se arrepiente de haber sacrificado tiempo con su familia durante su exigente y larga trayectoria política. Su canción preferida es ‘Suzanne’ de Leonard Cohen, porque fue la música que le acompañó en su luna de miel. Y su mayor defecto confiesa que es "ser mandón".
Como político se muestra orgulloso de su etapa como ministro de Felipe González, como secretario de la OTAN y como Alto Representante de la UE. Solana pide "racionalidad frente al populismo y sentido común ante la demagogia". Del mismo modo aconseja que para hacer buena diplomacia hay que "tratar de no meterle el dedo en el ojo al contrario" y dice no sentirse desconcertado tras el viraje de España sobre el Sáhara pese a sus consecuencias en las relaciones con Marruecos y Argelia.
Javier Solana hace b