Pipper, el perro 'influencer', viaja a Barcelona, donde conoce la Casa Batlló, uno de los monumentos que admiten mascotas más visitado de España. Además, sube a la montaña de Montserrat montado en el único teleférico nacional que admite perros sin necesidad de transportín. Durante su viaje recorre el Poble Espanyol, una muestra a escala real de la diversidad arquitectónica española, y una experta en familias interespecie examina el vínculo entre Pipper y Pablo. La pareja viaja a la Ciudad Condal en tren: ambos son testigos de la apertura de líneas de largo recorrido de Renfe a perros de compañía grandes.