En este capítulo comenzamos en San Vicente de Sonsierra, donde los impactantes ritos de “Los Picaos” nos muestran la profunda penitencia y la peculiar espiritualidad de esta comunidad riojana. Mientras, en Sevilla, una familia dedicada desde hace generaciones a la cerería nos cuenta una historia de devoción y dedicación ligada a su oficio, encargado de iluminar las procesiones con sus velas artesanales. En Murcia, el sonido bronco y oscuro de las bocinas de las “burlas” resuena en las calles acompañado por la tradicional vestimenta de inspiración huertana, que añade un colorido único y una identidad propia a las celebraciones murcianas. Y en Alzira, descubrimos el valor y la devoción de las mujeres costaleras de la Cofradía de la Santa Faz, quienes, con esfuerzo y fe, cargan los pasos en una manifestación de igualdad y compromiso. Este capítulo captura la esencia de la Semana Santa española, mostrando cómo cada región forma parte de un diverso mosaico cultural.