Hay historias que indefectiblemente deben acabar siendo una novela. Es lo que ocurrió con la que conforma el eje central de la nueva propuesta literaria de Jordi Soler, Ese príncipe que fui (Alfaguara). Estaba el autor con unos amigos en un pequeño pueblo del Pirineo de Lleida y descubrió una placa en la fachada de una iglesia donde se citaba a una descendiente del gran Moctezuma. Esta hija del rey acabó desposándose con un noble español y pasó del sol mexicano a las cumbres nevadas del Pirineo catalán, donde la leyenda cuenta que enterró un tesoro que le dio su padre antes de partir.La novela de Jordi Soler no se detiene solo en la figura de esta princesa sino que el personaje principal es el último heredero de esta dinastía, que ya en los 60 y 70 intentó sacar provecho de este linaje, bajo el ala del mismísimo general Francisco Franco. Esta delirante historia nos llega con mucho humor e ironía, para deleite de los lectores que alucinarán con las cosas que cuenta Soler.Dado que