La Roca Madre es aún adorada en el interior de Mongolia. Es un culto que ha sobrevivido a la abigarrada historia de los mongoles y se relaciona con otras manifestaciones de litolatría, o adoración a las piedras, existentes en el mundo. Luis Pancorbo va buscando en numerosos países y continentes formas distintas de creer y las encuentra en ciudades como Malaca (Malasia) o Ajmer (India) y en islas como Dominica o Malekula, respectivamente en el Atlántico y el Pacífico.