En el S.XIX, el geólogo sueco, Arvid Högvon se dio cuenta de que las emisiones humanas de CO2 tendrían un efecto importante sobre la atmósfera. En 1992, representantes de 178 países acordaron, en Río de Janeiro, reducir las emisiones de dióxido de carbono. Desde entonces, la ciencia no ha dejado de avisarnos: el cambio climático es una terrible cuenta atrás y el tiempo se nos está agotando.
Solo en los últimos 25 años hemos emitido a la atmósfera más carbono que todo el siglo pasado. El clima del mundo entero se está desajustando a marchas forzadas. Hace unos pocos meses un vórtice polar sacudía Estados Unidos y Canadá, alcanzando temperaturas inferiores a las de la Antártida. Mientras tanto, Australia sufría la ola de calor más intensa de su historia, superando los 47 grados de media.
Así que, si eres de los que sabe que va a llover porque te duele el dedo gordo del pie, no lo dudes, necesitas ver Órbita Laika, porque “El tiempo está loco, loco”.