Una empresaria ha decidido que no es suficientemente romántico que tu pareja te lleve a Roma a disfrutar de una cena con vino y música a las faldas del Coliseo. Y no lo es porque si cenas en el Coliseo no puedes cenar en otro sitio y con todo lo que la ciudad eterna tiene que ofrecer pues es una pena. Solución: cenar en movimiento. ¿Y la música? Pues acuestas. ¿Cómo? En un tranvía de 1947 restaurado para la ocasión y rebautizado como TramJazz (Tranvía del Jazz). La propuesta es sin duda original, un 3 en 1 difícil de superar: la mejor gastronomía italiana, sonido jazz y las más idílicas vistas de la ciudad. 20/03