Como cada año, llegan la bajada de temperaturas y las primeras nevadas del invierno en buena parte del hemisferio norte. Uno de los lugares donde las nevadas son bienvenidas, es el valle del Jiuzhiagou. En esta región china, cercana al Tíbet, y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1992, la nieve logra congelar la belleza del valle para disfrute de sus visitantes.