Todos los años, como un reloj, una franja del desierto del norte del Neguev, se cubre con un manto de millones de flores rojas. Anémonas que se extiende por los verdes campos de este desierto que se encuentra a unos 80 kilómetros al sur de Tel Aviv. El florecimiento de las anémonas se ha convertido en un evento muy esperado. El fenómeno inspiró hace siete años el Festival de la Anémona "Darom Adom" (Sur Rojo), que dura cinco fines de semana y atrae a miles de visitantes, para ver el inusual espectáculo y asistir a las tradicionales celebraciones. 13/03