Como en Pompeya, la vida se detuvo en Pripiat. Como en Pompeya, un estallido letal puso la ciudad en los mapas y la clavó en el recuerdo colectivo. Lejos de ser Pompeya, no fue un desastre natural el que escribió el destino trágico de esta ciudad de Ucrania, sino una serie de catastróficos errores humanos que condujeron a la explosión de la planta nuclear de Chernóbil. Estos errores la anclaron en la Historia contemporánea como el escenario de la mayor catástrofe nuclear hasta el momento, la anclaron en los años ochenta y en su espíritu soviético, la anclaron como una advertencia para el presente y para el futuro.