Hace poco más de un año, el 11 de marzo de 2011, el tiempo también estuvo a punto de pararse en la Prefectura de Fukushima. Un terremoto de magnitud 9'0 en la escala Richter y el devastador tsunami posterior hirieron de muerte a la central nuclear del mismo nombre. Por suerte, la tragedia nuclear no llegó a repetirse. El desastre es ahora atracción turística para los curiosos que quieren hacerse a la idea de lo que pudo suponer el rompimiento de olas de hasta cuarenta metros de altitud. 02/04