Como si de Superman se tratase, el francés Taig Khris volvió a desafiar la ley de la gravedad al volar sobre París, gracias a una rampa de 150 metros. Ante miles de amigos, aficionados y curiosos, el triple campeón mundial de patinaje se deslizó desde el lugar más alto de la capital gala: la Basílica del Sagrado Corazón.