Contaban los griegos que el monstruoso Hefesto, dios del fuego, trabajaba el metal en su fragua junto a cíclopes y gigantes. La forja de la deidad se situaba bajo el volcán Etna y sus labores provocaban frecuentes erupciones de humo y lava en la superficie.Hoy sabemos que no hay ningún yunque bajo el volcán, pero al ver estas imágenes no podemos negar que la fuerza de la naturaleza tiene algo de misterioso e irreal; aunque que el Etna se despierte no resulta extraño, pues es uno de los volcanes más activos del mundo. 22/11/11