El cambio climático, la desertización y las construcciones ilegales, entre otros factores, favorecen el hecho de que hoy en día valoremos como nunca los pocos paraísos naturales que nos quedan en el planeta.Uno de ellos es el Parque Nacional de Celestún, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas en 1986 y cuya importancia reside en ser uno de los pocos sitios de anidación y reproducción del flamenco rosado en el mundo. 19/01/12