Los conductores vietnamitas han quedado avisados: burlar la ley no es fácil en Hanoi. Al menos, si el encargado de velar por ella es Nguyen Manh Phan, un agente de tráfico que no dudó en retar las leyes de la Física y del sentido común cuando se enganchó al parabrisas de un autobús en marcha hasta hacerlo parar y cumplir con su exigencia: que le enseñara los papeles. 11/05