De un lado el Mar Tirreno. De otro el Océano Atlántico. Cien años de diferencia entre ambos desastres. Similitudes que provocan el inevitable recuerdo de la tragedia ocurrida en 1912: El Titanic. Similitudes que se reflejan en la desgracia de las víctimas fallecidas y la angustia de los pasajeros mientras intentaban poner a salvo su vida. También se reflejan en las pérdidas económicas sufridas y en la gran cantidad de obras de arte perdidas que permanecen sumergidas en el fondo del agua. 28/02