España es el segundo productor de corcho a nivel mundial después de Portugal. Aunque la maquinaria presente en su fabricación ha mejorado mucho en las últimas décadas, los tapones siguen siendo casi iguales y el corcho de nuestros alcornoques sigue siendo el de siempre, la producción ha caído un 30% desde 1980. Este declive afecta a miles de familias y a una forma de gestión forestal sostenible, crucial para mantener sanos nuestros bosques. Le perjudican las sequías, las infecciones y su gran competidor: los materiales plásticos. De este tema hablamos con dos personas que saben mucho de esto: Patricia Gómez, gerente de la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE) y, Paco Blanco, Presidente de la Asociación Forestal "Amigos de Los Alcornocales".