La única liga femenina con convenio colectivo es la de fútbol. Deportes con tanta tradición como el baloncesto no están profesionalizados. La mayoría de las deportistas no tienen reconocidos sus derechos laborales. ¿Qué consecuencias tiene esto? El salario mínimo en el fútbol masculino es diez veces mayor que el femenino. La brecha se extiende al resto de deportes y a árbitras, por ejemplo. ¿Qué hay que hacer para cerrarla? En este programa, además, nos acercamos a Consuelo Flecha, catedrática de Historia de la Educación y una de las primeras profesoras que estudió la historia de las mujeres en los años 80.