Los caminos del Ebro eran los caminos seguidos por los peregrinos que venían desde Barcelona, Montserrat y levante en general para visitar a la virgen del pilar, en Zaragoza. En esta ciudad confluyen varios ramales. En esta parte, se recorre el ramal que parte de Castellón, sigue por el desierto de las palmas y llega hasta Morella, para continuar hasta Caspe donde se une con el segundo ramal que partiendo desde Tortosa sigue por Gandesa hasta Gaspe. Desde aqui, convertidos en un solo camino, a través de Escatron y el monasterio de rueda se llega a Zaragoza.