Atrio entra en el olimpo de la gastronomía al conseguir su tercera estrella michelín. Un reconocimiento que Toño Pérez, ahí vemos, recogió anoche en Toledo. El chef extremeño se colocaba la chaquetilla blanca con sus tres insígnias, que ponen en valor su elegante y delicada propuesta, dice la prestigiosa guía, para cautivar el paladar con pasión, sinceridad y excelente técnica. Un éxito que es el broche de oro, señala Pérez, a una historia de amor en la que José Polo, sumiller del restaurante, también ha sido clave. También se acordó del resto de la familia de Atrio.
Los promotores de la fábrica de diamantes artificales de Trujillo esperan comenzar las obras en marzo. Consideran que se encuentran muy cerca del éxito de su proyecto. Alta dosis de optimismo tras confirmarse que recibirán una financiación estatal de 120 millones a través del Fondo de Apoyo a la Inversión Productiva.
Los vecinos de Valencia del Ventosos están preocupados por el agua. Aseguran estar hartos de los problema