Volvía de Mauritania, había conseguido cruzar media África, después El Estrecho y por fin, ya estaba cerca de las Hoces del Riaza, su río de origen y destino en Segovia. Lo sabemos porque este alimoche, llamado Atlas, fue uno de los elegidos por los ornitólogos de WWF para seguir su ruta migratoria por GPS. Había comenzado su regreso hacía varias semanas pero a principios de ésta, en WWF recibieron una mala señal, llevaba fija más de dos días.Apareció envenenado junto a dos alimoches más, cinco buitres negros, cuatro leonados y dos ratoneros en una finca de La Siruela, Badajoz. Un ganadero que, al parecer pretendía ahuyentar con veneno a los zorros, ha pasado a disposición judicial. Sin embargo, la generosa naturaleza volverá a ponernos a prueba. La compañera de Atlas lleva el nombre del Refugio de donde salieron los dos, el Refugio de Montejo de la Vega. Ojalá que ésta sí sea una buena señal y pronto podamos contarles que Vega ha vuelto a la Península para criar(12/03/10)