Nacida en Pinto, Madrid 1851, y fallecida en Gijón, Asturias, en 1923, Rosario de Acuña fue una mujer librepensadora, condesa que nunca utilizó su título. Abandonó a su marido por evidente infidelidad, masona, escritora que cultivó todos los géneros literarios; su obra refleja sus ideas comprometidas con la emancipación de la mujer y el anticlericalismo. En su época fue atacada y calificada de bruja demente o diabólica masona, y admirada por otros como escritora e idealista librepensadora.