Un artículo denuncia que la constructora Quiñón, encargada de reponer la cubierta del mercado, utiliza materiales que no pasan los controles de calidad. Javier asume su responsabilidad ante los comerciantes y Germán le pide disculpas por ser quien le recomendó dicha constructora. Adela, ante la presión de La Pacheca, le cuenta que Celia y ella han disuelto su sociedad. Carmen está convencida de que algo gordo ha pasado entre ellas y está dispuesta a averiguarlo. Adela acepta firmar el divorcio sin denunciar a los De la Cruz, pero advierte a Elías que ha perdido a su hijo por manipularle para ir contra ella. Carla acepta la ayuda que le ofrece Samuel para aprender a jugar al ajedrez y poder así ganar a David, contra el que se ha jugado el privilegio de imponer las normas en casa. Nacho pilla a una convaleciente Rosa en el mercado. Paolo, pese a sus inseguridades, acepta una cita con Mayte, una clienta. Lejos de desaparecer, éstas se agravan cuando la mujer le pide que se acuesten.