Jordi Hurtado recuerda como su niñez compraban siempre las participaciones de Lotería de Navidad de todos los comercios que tenían cerca y como el día siguiente comprobaban en el periódico si habían tenido suerte. Es un día que vive con emoción, con la ilusión de pensar que quizás le ha tocado el Gordo, hasta que descubre a las noticias que han sido otros los afortunados. No cree que le toque este año, pero tranquilos, que si le tocara seguiría haciendo el Saber y Ganar