Un empresario amenazado de muerte organiza una cena en su casa. Laura Lebrel asiste a ella como parte del operativo policial que se ha montado. Finalizada la cena, el anfitrión se retira a su habitación, está sólo, se cierra la puerta y le dejan descansar. A los pocos minutos, se oyen unos ruidos extraños y la policía descubre su cadáver. La inspectora Lebrel se hace cargo de la investigación del asesinato.