Después de disputar ambos tenistas, ese mismo año, la final de Roland Garros, Moyà y Corretja también llegaron al último partido de la Copa de Maestros, celebrada en Alemania. Los españoles demostraron estar también preparados para triunfar en otras superficies. Y, además, bajo techo. Esta vez fue Corretja quien se llevó el título, el más importante de su carrera. 22 años después, un español volvía a enfundarse la corona de Maestro.