La ciudad suiza de Wimmis marcó un cambio de rumbo en el Europeo de hockey patines. El equipo español se alzó con su décimo título en un Campeonato de Europa y puso fin a la supremacía de Portugal en la competición continental. Portugal había ganado el Europeo desde 1992 a 1998. España no sólo fue capaz de cambiar esa dinámica, sino que dio comienzo a su particular dominio en el Viejo Continente.