Julio y Chábeli renuevan por sorpresa el mobiliario del jardín de la casa de su madre, Isabel Preysler, en la exclusiva urbanización de Puerta de Hierro. Al llegar a casa de su madre, los hermanos comprueban el lamentable estado de los muebles que Isabel adquirió hace más de 30 años en Filipinas. A causa del efecto del sol y la lluvia, los muebles, de teca y bambú, están prácticamente podridos. Aunque Isabel se niega a que sus hijos se encarguen de la restauración de los muebles, estos deciden hacerlo por su cuenta para sorprender a su madre. Una decisión que supone un gran riesgo por la exigencia de su madre en cuanto al resultado final.