Margo, al escuchar cómo van evolucionando los acontecimientos bélicos en Europa, decide volver a Corfú para estar al lado de su familia. Allí, todos se están preparando para la inminente visita a la isla del rey de Grecia, lo que les mantiene ocupados. Spiro sigue viviendo en casa de los Durrell, con la excusa de construir las jaulas para el zoo de Gerald.