Un nuevo asesinato brutal conmociona al barrio de Pizzofalcone. En su tienda, sobre un lecho de tulipanes, el conocido florista Savio Niola se encuentra en un charco de sangre. Las investigaciones se activan de inmediato, siguiendo todas las pistas posibles e involucrando a un equipo que parece haber regresado tan unido como antes. Mientras tanto, la Fiscalía continúa investigando la desaparición de Lojacono, que según algunos documentos está vinculada a la colaboración de la Inspectora con el crimen organizado.