Brasil trata de digerir el aluvión de nuevas acusaciones de corrupción, las que contiene la llamada "segunda lista Janot". El fiscal general pide a la Corte Suprema abrir 83 nuevas investigaciones sobre políticos aforados. En la lista están, dicen los medios brasileños, cinco ministros del actual gobierno, entre ellos el de Presidencia, y el de Exteriores, que asumió el cargo a principios de este mes. Los han delatado exdirectivos de la constructora Odebrecht, la gran empresa brasileña sospechosa de haber creado una red ilegal de sobornos en 12 países. Colombia es uno de ellos. El presidente Santos no ha mencionado el nombre de Odebrecht, pero ha pedido perdón esta semana por la financiación ilegal de su campaña electoral. La ley colombiana prohíbe aceptar fondos de una empresa extranjera. El gerente de la campaña de Santos ha reconocido que recibió dinero de Odebrecht en las elecciones de 2010. Nos subimos a uno de los autobuses turísticos de ciudad de México. Pero el “Corruptour” no