En el año 73 a. C. Espartaco se puso al frente de una rebelión de esclavos que se convirtió en un verdadero problema para la República romana. Una tropa de esclavos logró dominar, burlar, y superar en estrategia a los grandes romanos. En esta revolución se comienzan a ver las semillas de la destrucción enquistadas dentro de la República, que terminarían dando paso a la creación del Imperio.