La cuenca del Mediterráneo se encuentra en una de las zonas templadas del planeta; ha experimentado cambios drásticos en sus bosques y áreas boscosas, pero, no obstante, todavía se encuentran entre las más diversas del planeta. Es un mundo perfecto para el jabalí, un animal bastante adaptable a cualquier ecosistema. Gracias a los lobos se mantiene un equilibrio natural, pues cazan a los herbívoros (ciervos, cabras y jabalíes).