Cuando Doroti y Rosa se enteran de que Blanca se va a casar, su reacción no es precisamente de alegría sino de preocupación, pues ello significa que han de abandonar la casa de su amiga, y no tienen dónde ir. Entre tanto, Sofía se presenta de nuevo en casa con las maletas, porque la Residencia donde se alojaba ha ardido a causa de un incendio. Rosa cae en una depresión cuando cierran el centro donde prestaba sus servicios y se queda sin trabajo. Está convencida de que, a su edad, ya no encontrará empleo en ningún sitio. Las amigas tratan de animarla en todo momento.