La vida de Lola y sus compañeros continúa entre juicios y jornadas interminables en el despacho, pero también hay sitio para la diversión, la fiesta y el amor. La atracción cada vez más obvia que hay entre ella y Javier la tiene un tanto descolocada. Sin embargo, es la aparición de un misterioso joven, Augusto Villa, lo que verdaderamente da un vuelco a su situación: el chico afirma que existen pruebas para reabrir el caso de la muerte de Enrique, y le pide ayuda a Lola para reunirlas. Al mismo tiempo, Manuela asume la defensa de un líder sindical despedido y decidido a obligar a su empresa a pagar las horas extra que le deben a él y a todos sus compañeros. Y Cristina y Paca se unen a las reuniones de los principales abogados de la oposición al régimen para organizarse de cara al caso más importante y de mayor trascendencia internacional del momento: el Proceso 1001, que enfrentará en 1973 a la cúpula detenida de Comisiones Obreras, liderada por Marcelino Camacho, con el régimen.