Tras la trágica muerte, Lola se encuentra en estado de shock. Ni siquiera Javier o Margot son capaces de sacarla de la pena y el miedo que la tienen paralizada. Y nada de eso mejora cuando la prensa y los medios oficiales insisten en la hipótesis del suicidio. Mientras, la vida continúa para el resto de abogadas, que se afanan en sacar adelante sus casos. Manuela, en contra del consejo de su jefa y mentora, decide llevar a juicio el caso de dos limpiadoras despedidas de manera improcedente por su empresa. Paca, por su parte, trata de vencer sus miedos y liderar la demanda colectiva de los vecinos de la barriada de Palomeras contra Celedonio Silva, un constructor al que acusan de haberles estafado. Cristina, por su parte, sigue adelante con su despacho, que no deja de crecer y al que se ha incorporado Javier. Lola deberá tomar la decisión que marcará su destino: renunciar para siempre a la vida con la que soñó o atreverse a dar un paso al frente.