Los predadores, las variaciones climáticas y la desbordante actividad de las crías obligan a las madres a trabajar mucho cada día para mantenerlas vivas. El 50% de las crías que nacen en el Parque Nacional de Sundown no sobreviven, sin embargo, el éxito para que no desaparezca la población se debe a su ciclo de reproducción constante que mantienen los canguros hembras.