En Moscú, las 3 integrantes del grupo de música Pussy Riot han sido condenadas a dos años de cárcel por un delito de vandalismo por odio religioso. Las jóvenes han sido juzgadas por cantar contra el presidente ruso, Vladimir Putin, en una catedral ortodoxa. Ya hay reacciones a esa sentencia, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton acaba de decir que considera que esa pena es desproporcionada. Una opinión que comparten también Estados Unidos y Alemania.