En plena crisis, entre 2008 y 2014 la riqueza de las familias cayó un 37 por ciento lo que dejó los ingresos anuales en el entorno de los 120 mil euros. La crisis se cebó en los hogares más jóvenes y más pobres. En las casas donde el cabeza de familia tenía menos de 34 años la riqueza se desplomó un 94%. El colectivo más pobre del país perdió la mitad de su riqueza. El más rico un 15%. Sólo los jubilados mayores de 65 años se libraron de la pérdida de ingresos gracias a las pensiones. Son datos de la encuesta financiera que ha hecho el Banco de España.