Más de cinco horas ha estado, en el interior de los juzgados de León, la agente de  policía que entregó el arma con el que se cometió el asesinato de Isabel Carrasco. Raquel Gago, se presentó en comisaría treinta horas después del asesinato, con el arma homicida. Su versión de que la encontró en el coche, no convenció a la policía y está imputada por su posible colaboración en el crimen. La agente podría aclarar algunas dudas todavía en el aire, sobre el movil del asesinato de la presidenta de la diputación. Hoy también han prestado declaración otros dos policías locales que llamaron a la agente la misma tarde del suceso.