Tras la imputación de la Infanta Cristina, la atención se centra ahora en cómo declarará el próximo 8 de febrero. El juez Castro quiere grabar en vídeo sus palabras. La Audiencia de Palma tendrá que decidir si entra caminando en los juzgados, como hizo su marido. El Gobierno "pide que se evite cualquier cuestión previa que pueda perjudicarla".